martes, 10 de abril de 2012

Comunicación Política: ¿Cómo comunicas tú?

Artículo publicado en http://www.blogsdepolitica.com/comunicacion-politica-como-comunicas-tu/


Enviamos y recibimos con los ojos más mensajes que con cualquier otra parte del cuerpo. El contacto visual es esencial para conectar con la gente y la mayoría de los políticos lo saben. Esquivar la mirada es un error porque es signo de que escondemos algo. Carol Kinsey dice que cuando una persona no es honesta nos devuelve pocas veces la mirada. Para un político, mirar a los ojos (sin caer en la mirada intimidatoria) es esencial en su día a día para que haya una base de confianza en la comunicación con su interlocutor. Y lo que veamos en los ojos del otro nos dará muchas pistas sobre lo que nos quiere decir.
Por ejemplo, ver a alguien mirando hacia arriba y a la izquierda, indica que la persona está recordando algo; hacia arriba y a la derecha, que está fantaseando, y hacia abajo y a la derecha, que está recordando un sentimiento. Una mirada que va rápidamente de un lado a otro nos dirá que la persona no está segura o se pone a la defensiva (busca inconscientemente la puerta de salida), y unos ojos llorosos y empañados dicen muy a menudo aquello para lo que no tenemos palabras. La emoción comunica mucho más que la razón y los datos. Es esencial cuando nos comunicamos poder mirarnos a los ojos. Cualquier cosa que nos oculte la mirada directa nos limita el potencial de comunicación en política y en nuestro día a día.






Pero ¿Y lo que dice nuestro rostro? “La sonrisa es la más positiva de todas las expresiones emocionales” dice Daniel Goleman. Y sí. Algunas investigaciones realizadas indican que el cerebro humano parece tener preferencia por los rostros felices ya que los reconoce más fácil y rápidamente. Es como lo denomina Goleman “el efecto cara feliz”. Mostrar una sonrisa es una buena manera de generar una primera impresión positiva, si bien la sonrisa debe ser genuina. Si no lo es, lo identificaremos porque carecerá de simetría, o sólo se reflejará en la boca (la sonrisa
verdadera se detecta además en los pómulos y en los ojos). Y si es exageradamente prolongada (de 5 a 10 segundos) ojo candidato/a, será probablemente falsa.
La gente busca expresiones faciales para saber cómo interpretar lo que le decimos. Sólo entonces dará un determinado sentido a nuestras palabras.
¿Y las manos, los brazos y el resto del cuerpo?
Las personas que gesticulan de forma activa suelen generar percepciones de energía y entusiasmo, mientras que las que no lo hacen generan una imagen fría y racional. Pero los gestos no pueden ser gratuitos. Deben enfatizar, matizar, complementar la comunicación. Cuando son anárquicos y no tienen nada que ver con el mensaje, provocan distracción o desconcierto.
Y ojo candidato/a “Tendemos a considerar más a las personas que gesticulan al hablar”, lo dice Carol Kinsey Goman. Pero sin pasarse que lo exagerado no genera confianza. En cuanto a las piernas y la posición de los pies, estos son un reflejo muy sincero de las emociones. Son la parte del cuerpo que menos atención consciente nos merece y, por tanto, la menos manipulable por parte del emisor. Los expertos en lenguaje no verbal se fijan mucho en las posturas de los pies para desenmascarar a su interlocutor. Pies cruzados debajo de la silla indicarán una posición cerrada, por ejemplo. Asimismo, la posición de los pies cuando uno se une a un grupo que está hablando nos dirán si somos bienvenidos o no (si no se mueven para dejarnos un lugar en un círculo imaginario en el suelo, nos están excluyendo). Es curioso, pero todas estas pistas se descubren sin el menor intercambio verbal. Sí, sin el menor.


Así que es muy importante desarrollar la observación ya que para comprender y explotar la comunicación y todas sus posibilidades, es crucial observar, ya que a base de observación iremos dando sentido y significado a los gestos que hoy por hoy no lo tienen para nosotros. La observación no es una facultad innata, sino que se desarrolla con la práctica. Por ello es importante fijarnos en todo lo que ocurre a nuestro alrededor. En el metro, en la cafetería, en los actos públicos, en la cama….observe posturas de la gente, sus gestos y sus miradas. Posiblemente construiremos una potente base de datos en el cerebro que nos permitirá interpretar los signos no verbales de forma inmediata y contaremos con una gran ventaja en nuestra comunicación, pues no necesitaremos las palabras del otro para saber qué es lo que siente o qué le está queriendo decir. Ya lo sabemos.
Aunque existen límites a la interpretación de los gestos “Un único gesto puede tener varios significados o no significar nada en absoluto” vuelve a
recordarnos Carol Kinsey Goman. Por lo que en la interpretación consciente del lenguaje no verbal es peligroso ser demasiado simplista. Unos brazos cruzados pueden indicar que nuestro interlocutor está cerrado en banda, pero pueden simplemente indicar que tiene frío, o que está cómodo en esta posición. Como sugiere Kinsey, es necesario contar hasta tres gestos congruentes, es decir, buscar como mínimo dos gestos confirmatorios del inicialmente detectado, para darle el correcto significado a la comunicación no verbal.
Es importante también conocer a la otra persona que está en frente. La frialdad de la expresión de un cliente puede ser un claro indicio de que no le gusta nuestra estrategia para su empresa, o no significa nada en particular ya que puede que sea su expresión habitual.
Así que ¿cómo comunicas tú?
Detectar nuestra comunicación no verbal es difícil puesto que por lo general no nos vemos a nosotros mismos. Para poder saber qué dice nuestro cuerpo necesitamos la confirmación desde fuera, a un buen amigo. Necesitamos que alguien nos diga qué ha percibido y qué mensaje le ha dado. O bien, un bonito espejo.

Fotos: EFE

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